81. Conectando el pensamiento individual con una agenda común
Martin Carnap, Metaaccion en Costa Rica - - El aprendizaje activo, la negociación y la cooperación requieren el desarrollo de habilidades así como de nuevos métodos para la virtualidad, más allá de videoconferencias. El aprendizaje activo y la negoción sobre las condiciones de cooperación en temáticas relevantes del desarrollo, a través de plataformas en la virtualidad, implica la alineación de los equipos entre comunidades, organizaciones e instituciones y, por lo tanto, la aplicación de metodologías que fomenten el flujo del pensamiento propio (el Yo), la realimentación efectiva (el Tú) y la generación de soluciones innovadoras para diversas situaciones (el Nosotros). (Gallin 2012)[1]
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La eficacia de los proyectos y el establecimiento de redes son retos importantes para las organizaciones y los sectores relevantes para la economía de un país. La necesaria inclusión de múltiples agentes y niveles requiere una interacción y capacidad de comunicación para lograr los objetivos de los diferentes proyectos que se animan. La evaluación de las experiencias de aprendizaje e innovación tiene el potencial de generar soluciones de mayor calidad, de aumentar los indicadores de productividad duros y blandos, y además de mejorar la organización, los procesos y los servicios.
La inversión en procesos de desarrollo debe generar una renta de cooperación
Los talleres en plataformas de colaboración, como Miro o Mural, presentan una inversión importante de los grupos participantes tanto del sector público como del sector privado. El proceso de los talleres locales, regionales, autoridades nacionales y de socialización apuntan a que las y los participantes inicien o consoliden ámbitos colaborativos en sus contextos laborales y sociales que les aporten, mediante técnicas de facilitación activa, las competencias sociales y comunicativas requeridas con el objetivo de impulsar consenso y colaboración. Solamente el beneficio de la colaboración (conocimientos útiles, relacionamiento social, efectividad económica y coherencia) con base en procesos efectivos puede transversalizar la articulación de redes entre partidos, organizaciones, colectivos diversos, según corresponda, involucrados, así como la creación de comunidades de práctica para analizar procesos importantes y alcanzar soluciones. (Zimmermann 2019[2])
Los procesos de aprendizaje activo para el desarrollo requieren de diferentes sets de métodos, que se pueden ordenar según situaciones de aprendizaje importantes para avanzar la temática y la creación constructiva de vías de solución. El primer módulo (A) Inducción y orientación a objetivos se dedica a guiar el ciclo completo de sesiones grupales, apertura, interacción y cierre, con enfoque temático en organizadores previos del aprendizaje (Moreira, 2012[3]). Comprende también la secuencia de sesiones plenarias, trabajo grupal y fomento de las competencias para la cooperación. El segundo módulo (B) Presentación visual de dinámicas, se orienta hacia herramientas para abrir perspectiva a dinámicas, tendencias, prioridades y situaciones de aprendizaje de las personas involucradas. La facilitación usa colores, caligrafía, graficas en rotafolios y pósteres de contenidos visual de procedimientos para la consolidación del mensaje entre las partes. El tercer módulo(C) Optimización de procesos en red, valora posibles rentas de colaboración en juego y nuevas dinámicas, la sistematización de experiencias, conclusiones animadas por el pensamiento estratégico y compromisos ante los desafíos actuales. Genera propuestas para institucionalizar mejores prácticas y condiciones para redes de colaboración en comunidades de práctica y así garantizar la sostenibilidad de los efectos que se logren.
Programas pueden encadenar una serie de talleres a diferentes niveles y en secuencias con una variedad de procesos y resultados. (p.e. Carnap y Gonzalez, 2017[4], Carnap y Sanchez Oviedo 2020[5]). Los talleres siempre inician con una fase orientada al aprendizaje para la integración de participantes en torno a objetivos, compartiendo información y experiencias. Luego, inducen a la reflexión estratégica, enfocando los temas específicos de la planificación. Se cierran los talleres con la preparación del seguimiento, dando espacio a procesos de planificación y proceso de compromiso en relación con la organización interna de los y las participantes.
La metodología es sistémica y constructivista
Los talleres participativos en diferentes niveles y lugares, presenciales o virtuales, se enmarcan conceptual y metodológicamente dentro del enfoque constructivista, que parte de las experiencias y saberes previos de la persona participante, a la luz de los cuales los contenidos metodológicos y técnicos de las propuestas para el plan maestro incluyen acciones en cadenas de valor y de prevención de riesgos (ambientales, sociales, económicos) que son discutidos y confrontados con la realidad.
En l este caso, resulta de especial interés que quienes realicen los talleres sean personas familiarizadas con la asesoría y contenidos en temas técnicos, sociales y ambientales, así como con labores y políticas públicas en su región. Pueden acercarse a buenas prácticas consultando diversas experiencias que les compartimos. Por ejemplo, en temáticas de la gestión ambiental integral (Carnap, Nieters y Salazar, 2015[6]), en el empoderamiento para el automanejo d diabetes (Carnap y Ortega, 2019[7]), en colaboración y solidaridad en clases escolares (Klinger, 2017[8]), en la formación de líderes (Valverde, 2016[9]) y en la prevención de violencia intrafamiliar (Venegas, 2016[10]).
La documentación digital de procesos y resultados en Miro y la distribución de memorias y materiales a través de Moodle facilitan el seguimiento y desarrollan la habilidad de optimizar métodos y editar documentos requeridos en las tareas de coordinación entre actores. Los medios de comunicación entre talleres son comúnmente el internet vía email, teléfono, teleconferencia en un espacio mutuo, constructivo y directo entre interesados, según cada necesidad. La expectativa de ganancia a partir de la cooperación es el incentivo que impulsa a las comunidades de práctica.
Lo importante de un proceso activo de aprendizaje es que brinda orientación para los primeros pasos para desarrollar eventos replicando dicha metodología. Es necesario comprender que acción de aplicar lo aprendido y la mejora de resultados, así como el posible fracaso, son parte del aprendizaje. Si no se realizan acciones que permitan poner en práctica la capacitación recibida, entonces todo queda en pura paja”.
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[1] Gallin, P. (2012) “Introducción al Aprendizaje Dialógico y su principio básico: Yo - Tu - Nosotros” MetaaccionMagazine (1), edición especial. 1-6.>>
[2] Zimmermann, A. (2020) La renta de cooperación. MetaaccionMagazine (9) 5-7, 24-29 >>
[3] Moreira, M. A. (2012). Organizadores previos y aprendizaje significativo (Advanced organizers and meaningful learning). Rio Grande Del Sur: Instituto de Física de la Universidad Federal de Rio Grande del Sur, p. 10.>>
[4] Carnap. M. y González, H. (2017). Construcción de una agenda de acciones climáticas y prevención del riesgo para las regiones del sector agropecuario. Fundecooperacion/BID Fomin, MAG-MINAE-DNE Costa Rica. >>.
[5] Carnap, M. y Sanchez Oviedo, O.M.: (2020). Cómo facilitar con metodologías activas procesos de aprendizaje y negociación virtual. MetaaccionMagazine (10)
[6] Carnap, M. y Nieters, A. y Salazar, G. (2015). ¿Cómo despertar la colaboración de todos en gestión ambiental integral? - Aprendizaje activo para impulsar la gestión ambiental integral. MetaaccionMagazine (5), 13-15.>>
[7] Carnap, M. y Ortega, A. (2019). Aprendizaje activo y empoderamiento para el automanejo de diabetes. International Diabetes Federation. Diabetes Voice, Agosto>>
[8] Klinger, H. (2017). Estudio empírico: Colaboración y solidaridad en una clase de séptimo año. MetaaccionMagazine (2). >>
[9] Valverde, V. (2016). Formando a través del Aprendizaje Activo. MetaaccionMagazine (7), 7-8 >>
[10] Venegas, A. (2016). Empoderando personas con herramientas de coaching para prevención de la violencia intrafamiliar MetaaccionMagazine (7), 16-17. >>
